▷ Narrador Intradiegético

En este post se explica qué es el narrador intradiegético y cuáles son sus características. También podrás ver un ejemplo del narrador intradiegético y los diferentes tipos de narradores intradiegéticos.

Índice

¿Qué es el narrador intradiegético?

El narrador intradiegético es aquel narrador que cuenta la historia y, además, es un personaje de la historia. Es decir, el narrador intradiegético es narrador y personaje al mismo tiempo.

Por lo tanto, el narrador intradiegético narra los hechos desde dentro de la historia. Lo que significa que el lector conocerá el relato a través del punto de vista de un personaje.

No es necesario que el narrador intradiegético sea el personaje principal de la historia, puede ser el protagonista o un personaje secundario. Más abajo veremos cuáles son los diferentes tipos de narradores intradiegéticos.

Características del narrador intradiegético

Las características del narrador intradiegético son:

Es un personaje: el narrador intradiegético es un personaje más en la historia, de modo que debe comportarse como tal incluso cuando esté cumpliendo tareas de narrador. Además, debe narrar los hechos con el lenguaje característico del personaje, así pues, si el narrador intradiegético es un niño debe contar el relato usando el lenguaje propio de un niño.
Primera persona: el narrador intradiegético usa la primera persona para narrar la historia, ya sea la primera persona del singular (yo) o del plural (nosotros).
Visión limitada: el narrador intradiegético solo sabe lo que ha presenciado el personaje que representa o lo que otros personajes le han dicho, por lo tanto, desconoce algunos detalles de la historia como los pensamientos o las emociones de los demás.
Subjetivo: el narrador intradiegético aporta subjetividad a la obra, ya que explica la historia desde el punto de vista de un personaje y añade su opinión sobre los hechos.
Credibilidad: el narrador intradiegético aumenta la credibilidad del relato, pues el lector supone que el narrador estaba presente en la escena y, por tanto, que realmente ha sucedido.
Cercano: este tipo de narrador transmite una sensación de proximidad al lector, ya que el hecho de narrar en primera persona hace parecer que un amigo está contando la historia.

Tipos de narrador intradiegético

Hay tres tipos de narrador intradiegético:

Narrador protagonista: el narrador es el protagonista del relato simultáneamente, de modo que cuenta su historia centrándose siempre en él mismo.
Narrador testigo: explica la historia en calidad de testigo, es decir, narra desde el punto de vista de un personaje que no protagoniza los hechos pero que es testigo de ellos.
Monólogo interior: un personaje reflexiona consigo mismo expresando sus pensamientos y emociones.

➤ Ver: Características del narrador protagonista
➤ Ver: Características del narrador testigo
➤ Ver: Características del monólogo interior

Ejemplo de narrador intradiegético

El siguiente extracto de Las aventuras de Sherlock Holmes, por Arthur Conan Doyle, es un ejemplo de un narrador intradiegético. En concreto, se usa el narrador testigo, ya que el narrador observa los hechos como un personaje pero no es el protagonista del relato.

No creo ser más torpe que cualquier hijo de vecino, y sin embargo, siempre que trataba con Sherlock Holmes me sentía como agobiado por mi propia estupidez. En este caso había oído lo mismo que él, había visto lo mismo que él, y sin embargo, a juzgar por sus palabras, era evidente que él veía con claridad no sólo lo que había sucedido, sino incluso lo que iba a suceder, mientras que para mí todo el asunto seguía igual de confuso y grotesco. Mientras me dirigía a mi casa en Kensington estuve pensando en todo ello, desde la extraordinaria historia del pelirrojo copiador de enciclopedias hasta la visita a Saxe––Coburg Square y las ominosas palabras con que Holmes se había despedido de mí. ¿Qué era aquella expedición nocturna, y por qué tenía que ir armado? ¿Dónde íbamos a ir y qué íbamos a hacer? Holmes había dado a entender que aquel imberbe empleado del prestamista era un tipo de cuidado, un hombre empeñado en un juego importante. Traté de descifrar el embrollo, pero acabé por darme por vencido, y decidí dejar de pensar en ello hasta que la noche aportase alguna explicación.

A las nueve y cuarto salí de casa, atravesé el parque y recorrí Oxford Street hasta llegar a Baker Street. Había dos coches aguardando en la puerta, y al entrar en el vestíbulo oí voces arriba. Al penetrar en la habitación encontré a Holmes en animada conversación con dos hombres, a uno de los cuales identifiqué como Peter Jones, agente de policía; el otro era un hombre larguirucho, de cara triste, con un sombrero muy lustroso y una levita abrumadoramente respetable.
Extracto de Las aventuras de Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle