Narrador en segunda persona

Aquí encontrarás qué es un narrador en segunda persona y cuáles son sus características. Además, podrás ver un ejemplo de una narración en segunda persona.

¿Qué es un narrador en segunda persona?

El narrador en segunda persona es aquel que utiliza la segunda persona gramatical para narrar una historia, es decir, usa los pronombres tú, vosotros, usted, ustedes, te, a ti, etc. El narrador en segunda persona es el menos utilizado en la literatura.

Una de las principales características del narrador en segunda persona es que se dirige directamente al lector, de manera que este se siente como el protagonista de la historia.

Por esta razón, uno de los motivos por los que se escoge el narrador en segunda persona es que el lector empatice con el personaje protagonista, ya que siente como si los hechos le estuvieran sucediendo a él mismo.

Características de un narrador en segunda persona

Las características del narrador en segunda persona son las siguientes:

  • El lector es el protagonista: con el narrador en segunda persona se consigue que el lector se sienta el personaje protagonista y perciba como si él realizara mismo las acciones.
  • Psicológico: la voz narrativa en segunda persona lleva mucha carga psicológica encima. Además, el narrador ha de intuir las reacciones del lector para poder adaptarse a sus emociones y pensamientos, sino el lector se sentirá estafado. Así pues, las emociones del lector en el momento de la lectura deben coincidir con las emociones transmitidas por el narrador.
  • Ambientación: es importante que el narrador en segunda persona haga descripciones detalladas, para que así el lector pueda imaginarse en la historia y vivirla como propia. De manera que el narrador debe crear una atmósfera real (que no necesariamente realista).
  • Presente: en general, se recomienda escribir en tiempo presente cuando se usa el narrador en segunda persona, pues se supone que el lector está viviendo los hechos en ese mismo instante.
  • Complicado: en comparación con otros tipos de narradores, escribir un relato utilizando el narrador en segunda persona es más difícil, ya que cada escena se debe pensar mucho más. Además, este tipo de narrador tiene limitaciones porque generalmente la perspectiva de la historia está limitada a un personaje que no sabe nada del mundo en el que vive ni el contexto que lo rodea.

Ten en cuenta que resulta bastante complicado escribir una novela entera en segunda persona, e incluso puede llegar a cansar al lector, por lo que normalmente se combina con el narrador en primera persona o el narrador en tercera persona.

Tipos de narradores en segunda persona

Existen dos tipos de narradores en segunda persona: el narrador en segunda persona homodiegético y el narrador en segunda persona heterodiegético.

  • Narrador en segunda persona homodiegético: es un narrador interno, de manera que relata los hechos desde el punto de vista de un personaje que está dentro de la historia. Por lo tanto, el narrador está limitado a lo que sabe el personaje.
  • Narrador en segunda persona heterodiegético: es un narrador externo, por lo que el narrador no es un personaje de la historia, sino que narra los hechos desde afuera. Así pues, el narrador suele conocer los pensamientos y emociones de todos los personajes, o al menos de alguno.

Ejemplo de narrador en segunda persona

El siguiente extracto de Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino, es un claro ejemplo de narrador en segunda persona. Así pues, utilizando la voz narrativa en segunda persona, el autor intenta que el lector se meta en la piel del personaje principal.

Bueno, ¿a qué esperas? Extiende las piernas, alarga también los pies sobre un cojín, sobre dos cojines, sobre los brazos del sofá, sobre las orejas del sillón, sobre la mesita de té, sobre el escritorio, sobre el piano, sobre el globo terráqueo. Quítate los zapatos, primero. Si quieres tener los pies en alto; si no, vuélvetelos a poner. Y ahora no te quedes ahí con los zapatos en una mano y el libro en la otra.

Regula la luz de modo que no te fatigue la vista. Hazlo ahora, porque en cuanto te hayas sumido en la lectura ya no habrá forma de moverte. Haz de modo que la página no quede en sombra, un adensarse de letras negras sobre un fondo gris, uniformes como un tropel de ratones; pero ten cuidado de que no le caiga encima una luz demasiado fuerte y que no se refleje sobre la cruda blancura del papel royendo las sombras de los caracteres como en un mediodía del Sur. Trata de prever ahora todo lo que pueda evitarte interrumpir la lectura. Los cigarrillos al alcance de la mano, si fumas, el cenicero. ¿Qué falta aún? ¿Tienes que hacer pis? Bueno, tú sabrás.

Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino.

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